Estas primeras semanas de curso, hemos realizado una actividad muy especial en la clase de Religión en 4º ESO. A propuesta del Equipo ERE del Sector al cual pertenecemos, el tema se dedica a explicar lo que significa desarrollar una investigación de acontecimientos históricos y para ello, se trabaja la actividad de investigar un antepasado familiar. Esta posibilidad cercana a cada uno de los alumnos, abre un abanico de posibilidades muy amplia.
En primer lugar, uno debe reflexionar y situar en la constelación de su “yo”, los antepasados más cercanos y conocidos, para seguidamente preguntar si más “lejos”, podemos saber de alguien que no conocimos, pero que nos gustaría conocer.
En segundo término, necesitaremos la ayuda de una fuente o varias de ellas, para recoger información, contrastarla, buscar fotografías, documentos, etc. que ese alguien, gustosamente nos transmitirá.
Podría parecer que redactando el material recogido y entregándolo para que la profesora lo corrija y valore, sería la parte final de la tarea…pero no. Lo mejor comienza ahí, en ese momento en el cual, cada alumno ha conocido, reconocido, mirado con otros ojos, a ese familiar que tanta vida, experiencias y emociones sintió.
Cada uno de los descendientes, siente también la inmensidad de la vida, de la importancia de los lazos de sangre y sufren por el gran olvido que, muchas veces envuelve el presente.
Llorar es lo de menos, cuando sabemos lo que hemos aprendido de ellos y cuánta fuerza nos pueden dar nuestros ancestros, sobretodo a los jóvenes que empiezan a transitar y entender que la vida no es fácil ni bonita siempre.
“No sé lo que es el tiempo”, decía Pessoa. Yo sí sé que esta actividad convierte el tiempo, en una proyección continua e infinita de posibilidades de agradecer a la vida casi todo lo que podemos experimentar y sentir.
¡Enhorabuena a todos por vuestras raíces! Y por vuestros trabajos de investigación.
Tonyi Coll
Religión 4º ESO